martes, 26 de junio de 2007


Las escaleras siempre me obsesionaban de pequeña. Tenía miedo al vacío, a la caída, a los numerosos escalones...por eso corría cada vez que subía por ellas, para llegar a mi destino lo más rápido posible. Siempre, cuando subía, me miraba los pies, y el vértigo de la posible caída me hacía sentir libertad (aunque no sé si por entonces conocía su significado). Una libertad que hace tiempo, no experimento.
Y ahora...mirando fotografías en blanco y negro de mi colección he descubierto que tengo un número elevado de escaleras. Es curioso.
Cuando tengo miedo o estoy triste, sueño con caídas (escaleras, aviones...) y a pesar del vértigo, luego, siento esa libertad, esa paz...
No sé por qué cuento ésto, pero,¿qué más da?
Peldaños,
a dreamer.

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